Colaboración de Verano Cadena SER Radio Bierzo 2022.02
COVID, Post-COVID y Salud Mental con JM Pelayo y Antonio Serrano.
Colaboración de Verano Cadena SER Radio Bierzo 2022.02: COVID, Post-COVID y Salud Mental con JM Pelayo y Antonio Serrano
En nuestro segundo programa de colaboración con la Cadena SER, hablamos de COVID y psiquiatría.
En el programa, además de la periodista Chelo Costa y José M Pelayo, contamos con Antonio Serrano, un psiquiatra del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE) que trabaja en la interconsulta y enlace de psiquiatría y participa en un programa especialmente dedicado a personas con síntomas persistentes después de haber pasado una infección por SARS-CoV-2.
Hablamos de un informe de la OMS que resume muchas de las cosas que hoy sabemos sobre COVID y Salud Mental: Mental Health and COVID-19: Early evidence of the pandemic’s impact: Scientific brief, 2 March 2022 (Salud Mental y COVID-19: Evidencia temprana del impacto de la pandemia: informe científico, 2 de marzo de 2022). El informe incluye un Umbrella Review, que, como hemos comentado en otros episodios es una forma un poco compleja de combinar los resultados no ya de resultados de estudios individuales (esto es lo que hacen los estudios de revisiones sistemáticas y meta análisis), sino que combina los resultados de múltiples meta análisis para obtener resultados más validos (al combinar tantos estudios juntos es como si se tuviese el mayor de los estudios en uno solo). También incluye otras fuentes, como el GBD (el estudio mundial de Carga Global de Enfermedad, del que también hemos hablado y analiza las frecuencias de las enfermedades y factores de riesgo y las consecuencias en mortalidad, discapacidad y carga de enfermedad medida de diferentes formas).
Los resultados son muy interesantes y variados, merece la pena echarle un vistazo y os lo dejamos en su formato completo para su consulta.
Según el informe, durante la pandemia ha habido un incremento de trastornos y síntomas mentales en la población general, con algunos factores de riesgo como los jóvenes, las mujeres o la presencia de enfermedades previas. En cuanto al suicido, la OMS informa que el análisis de la mortalidad por suicidio, no indica un cambio claro (aunque localmente, en determinados lugares puede haber cambiado). Si que hay un claro incremento del riesgo de conductas suicidas (es decir, las ideas, los intentos y las autolesiones), especialmente entre jóvenes. Algunos de los factores de riesgo sobre las ideas de suicidio, que además se han incrementado han sido el agotamiento profesional en trabajadores de la salud, el aislamiento y el diagnóstico positivo de COVID-19.
En cuanto a los trastornos mentales previos, parece claro que suponen un riesgo, en caso de infección COVID de que esta sea grave o de desenlace mortal. Este riesgo es mayor en jóvenes (a diferencia de la población general) y en aquellos con trastornos mentales más graves. Aunque no hay evidencia de que las personas con trastornos mentales no sean más susceptibles a contraer la infección, estos datos apoyan la consideración de los trastornos mentales como grupo de riesgo relevante.
Según el informe, con mucha frecuencia los servicios de salud mental se han visto interrumpidos durante la pandemia, aunque en parte los medios telemáticos han permitido mantener atención. Algunas de las barreras más importantes en el acceso a la atención incluyen la falta de estructuras, inequidades previas del sistema, falta de desarrollo tecnológico de los servicios o barreras al acceso digital.
En cuanto a las intervenciones psicoterapéuticas para la reducción de problemas relacionados con salud mental y la pandemia, se constate la existencia de una gran cantidad de herramientas previas. Las mismas herramientas que han sido útiles para la prevención y tratamiento de otros problemas parecen eficaces, sin que existan demasiadas evidencias sobre la comparación con herramientas específicamente adaptadas a la situación de COVID/pandemia.
El resumen principal es que realmente hay un impacto grande de la pandemia en la salud mental, tanto en el incremento de las cifras de problemas como en las dificultades para proveer de la atención necesaria que han aumentado en este periodo, por lo que se concluye que es necesario ampliar los recursos de salud mental y tenerlos en cuenta como recursos a provisionar en situaciones de emergencia.
En el programa también hablamos de lo que muchas personas conocen como Post COVID, un síndrome o conjunto de síntomas que continúan después de la infección aguda por el virus o incluso tras la negatividad al mismo. Hoy en día, aunque la naturaleza sigue siendo un poco variable de autor a autor, se denomina “síndrome post agudo COVID-19” y se definen dos periodos, uno que sería inmediato tras la infección aguda y se podría llamar COVID subagudo o persistente, que siguen después de 4 semanas después de la presentación inicial de los síntomas y duran entre 4-12 semanas (1-3 meses), mientras que habría un periodo posterior a esas 12 semanas en las que se hablaría realmente de síndrome post COVID o COVID crónico.
Para ilustrar algunos aspectos, os traemos este artículo: Post-acute COVID-19 syndrome (síndrome COVID-19 post agudo) publicado en la revista Nature Medicine en marzo de 2021, resumiendo las características y presentación de este síndrome.
La frecuencia de este síndrome no es del todo conocida, debido a que no hay una definición operativa (no está claro el número o tipo de síntomas que deben estar presentes y que tipo de afectación deben tener para plantearse un diagnóstico, además los estudios en ocasiones se focalizan en un tipo de síntomas, habiendo una gran variabilidad), de forma que las cifras de personas con síntomas post-agudos pueden variar desde menos del 25% a más del 75% de las personas que pasan una infección COVID-19. Se han descrito más de 100 distintos tipos de síntomas en este síndrome, abarcando multitud de potenciales órganos diana o sistemas.
Los síntomas denominados neuropsiquiátricos, se encuentran entre algunos de los más frecuentes, solo superados por la disnea. Los dolores musculares o mialgia, se incluyen dentro de este grupo, no pudiendo asegurar su origen y después de la percepción de ahogo es probablemente el síntoma más frecuente junto con la fatiga, otro síntoma incluido dentro del ámbito neuropsiquiátrico. Otros más específicamente psiquiátricos o mentales, incluyen los síntomas depresivos o el insomnio o sueño no reparador, así como las alteraciones de concentración y memoria. Otros pueden incluir los dolores de cabeza y la persistencia de alteraciones del olfato y gusto (estos últimos más neurológicos). Además, más de la mitad de los pacientes después de una hospitalización por COVID experimentan síntomas depresivos y ansiosos y con frecuencia también desarrollan síntomas de síndrome de estrés postraumático (hasta un 30%).
Las razones por las que la infección COVID-19 puede causar estos síntomas no es del todo conocida, pero puede incluir, desde efectos directos de la infección y sus consecuencias (como alteraciones vasculares), efectos inflamatorios a largo plazo y las consecuencias psicosociales derivadas de la gravedad de la infección, el aislamiento o el tratamiento recibido.
En el artículo se incluye la necesidad de la colaboración interdisciplinar como parte esencial para la atención de personas después de una infección aguda COVID-19, apostando por la creación de “Clínicas COVID” con múltiples especialistas trabajando de forma integrada.
En el episodio de psiquiatras con ciencia, nos cuenta como trabajan en el Equipo COVID Persistente del CAULE, un programa que intenta seguir la filosofía de estas Clínicas COVID.
En el episodio, además comentamos algunos artículos de los grupos de León y del Bierzo. Os dejamos el enlace a continuación.
Relación entre los niveles de interleucina 6 y depresión en pacientes afectados por Covid-19, el primer autor es Antonio Serrano y se publicó en abril de 2021 en la revista medicina clínica. Se evaluaron 27 pacientes mayores de 60 años ingresados por COVID y se evaluó la gravedad de síntomas depresivos con la escala de depresión de Yesavage, analizando su correlación con marcadores de inflamación, IL-6, IL-1β y TNF-α. Aunque el estudio no encontró las correlaciones que buscaba inicialmente, encontró 3 pacientes con niveles de gravedad de síntomas de depresión, que sugiere una frecuencia elevada y el perfil de síntomas sería similar al de depresiones de tipo vascular.
También comentamos un artículo en el que participa el Servicio de Psiquiatría y Salud Mental dentro del grupo español MIND-COVID, que tiene su grupo coordinador en el Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM) (para más información https://www.mindcovid.org ).
El artículo se titula Impacto en la salud mental del personal sanitario español de la primera ola de la pandemia COVID-19: un amplio estudio transversal, publicado en el número de abril-junio de 2021 de la Revista de Psiquiatría y Salud Mental.
El artículo es uno de los primeros de este grupo, que presenta los resultados de una de las mayores encuestas con seguimiento sobre prevalencia e incidencia de síntomas mentales en la pandemia. En este caso se centró en los profesionales sanitarios, evaluando a 9138 trabajadores, durante los meses posteriores a la primera ola de la pandemia. Los datos desvelaban la presencia de un 45,7% de los profesionales con síntomas mentales presentes compatibles con al menos 1 diagnóstico de trastorno mental y un 14,5% con la presencia de trastornos incapacitantes. El diagnóstico probable más frecuente fue la depresión mayor (un 28%), trastornos de ansiedad como el trastorno de ansiedad generalizada (23%), el trastorno de pánico (24%), seguido del trastorno de estrés postraumático (22%) y el uso problemático de sustancias (6%). Además, los factores de riesgo más importantes fueron, haber presentado un trastorno previo, edad joven (18-29 años), la atención continuada a pacientes COVID-19, el género femenino y el haber sido aislado o puesto en cuarentena.
El resumen fundamental es la elevada frecuencia de síntomas y trastornos mentales en trabajadores de la salud, por lo que parece especialmente importante disponer de medidas que puedan disminuir el impacto, como disminuir la exposición a situaciones estresantes (o la rotación) y disponer de atención específica.
Añadimos además un enlace a otro artículo del grupo MIND-COVID en que específicamente se analiza la conducta suicida en los profesionales y se observa una elevada frecuencia de esta ideación (en más del 8% de los profesionales). El artículo se tituló Thirty-day suicidal thoughts and behaviors among hospital workers during the first wave of the Spain COVID-19 outbreak y se publicó en la revista Depression & Anxiety en mayo de 2021: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8246904/
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El contenido de este programa se ha compartido con permiso de Radio Bierzo – Cadena SER.
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