Ayer me enteré de la noticia, como casi todos vosotros y me quedé helado. ¿Quién puede imaginar que suceda algo así? Lo vemos todos los días en las noticias, pero nunca piensas que puede pasar tan cerca.
Ayer, nuestra compañera y amiga Maica, que llevaba con nosotros en San Isidro tantos años entre radiografías, TC y ecografías, fue víctima de la violencia, víctima de un arma de fuego y de un desalmado, que acabó con su vida.
Deja un vacío en San Isidro que nadie podrá tapar, mayor aún, inmenso, entre sus familiares y amigos. Mañana su silla del despacho de radiología estará vacía, mañana todos la echaremos de menos, aunque ya la estamos echando de menos desde ayer.
Desde este blog, de un servidor y todos los que escribimos aquí que la conocíamos, y de todos sus compañeros y amigos del hospital, queremos mandar nuestro pésame y apoyo a su familia en estos momentos tan difíciles.
Descansa en paz Maica.